sábado, 28 de agosto de 2010

Ted Berrigan

Providence (Rhode Island), 1934 - Nueva York, 1983. Formación católica en Providence. Guerra de Corea; se licencia como sargento y estudia en la universidad de Tulsa. Conoce a Ron Padgett y Frank O'Hara. Se traslada a Nueva York en 1961, donde inicia una intensa, frenética, carrera de animador poético y cultural, vínculo entre pintores (Brainard, Freilicher, Katz, Schneeman) y poetas de la generación neoyorquina de los 50 y la posterior de los 60-70, entre poetas de San Francisco y los de Nueva York, británicos como Raworth, poetas "beat", del  grupo "Black Mountain" o los "Language poets"...; participa y codirige revistas como "C", Art News o Kulchur; organiza lecturas y encuentros de poesía que reúnen a Ginsberg, Blackburn etc.; escribe libros en colaboración con Ron Padgett, Anne Waldman, Peter Orlovsky... Fallece repentinamente en 1983.

Libros principales:
The Sonnets (New York: Lorenz & Ellen Gude, 1964). Living with Chris (New York: Boke Press, 1965). Many Happy Returns (New York: Corinth Books, 1969). In the Early Morning Rain (London: Cape Goliard, 1970). Memorial Day, con Anne Waldman (New York: Poetry Project, 1971). Train Ride (New York: Vehicle Editions, 1971). The Drunken Boat (New York: Adventures in Poetry, 1974). A Feeling for Leaving (New York: Frontward Books, 1975). Red Wagon (Chicago: Yellow Press, 1976). Clear the Range (New York: Adventures in Poetry/Coach House South, 1977). So Going Around Cities: New and Selected Poems 1958-1979 (Berkeley, Cal.: Blue Wind Press, 1980). In a Blue River (New York: Little Light, 1981). A Certain Slant of Sunlight (Oakland, Cal.: O Books, 1988). The Collected Poems of Ted Berrigan, edited by Alice Notley, University of California Press, Berkeley, 2005.


 (Para David)

I
 Pinzantes sus lentes. Ciertos frisos pálidos
Manos señalan un pálido friso, en la noche oscura.
En el libro de su música las esquinas se han estrechado:
Qué deba su presencia a nuestras manos durmientes.
La boyuna sangre de las manos que pretenden
un fuego calor otras manos que crezcan
¿Hay lugar en el cuarto que te aloja?
Sobre su estructurada tumba:
Aún quieren decir algo. Para la danza
y la Arquitectura.
Teje entre incidentes
Séale portentoso
Somos los durmientes fragmentos de su cielo,
Viento les da presencia a los fragmentos.


II
Querida Margie, hola. Son las 5 y cuarto de la mañana

querido Berrigan. Murió
 Vuelta a los libros. Leo
 Son las 8 y media en de la noche en Nueva York todo el día por ahí sin parar

viejas del vayámonos juntos entre callejas. Sí, justo ahora,
 Cuánto Tiempo Más Seré Capaz de Habitar el Divino
 y hace un día gris claro que pasa a verde
 femenino maravilloso duro

veo elevarse el sol por entre dársenas
para escribir cuerpo de cinta adhesiva en un cuaderno

tomé 17 miligramos y medio
Querida Margie, hola. Son las 5 y cuarto de la mañana
follando hasta las 7 ahora llegará tarde al trabajo y yo
con 18 y las manos temblorosas cómo me las arreglo

  


Que Ningún Destino Voluntario Malinterprete

Cuando veo Abedules pienso
en mi padre, y puedo verle.
Gastaba un par de zapatos negros y un par de zapatos marrones,
comprados cuando era joven y próspero.
«¡Y lustraba esos zapatos también, tío!»
«La Tierra es el auténtico lugar para el Amor»,
solía decir. «No sirve,
pero es mejor que nada».
Somos carne de nuestra carne,
Oh, sangre de mi sangre; y nosotros,
 nosotros tenemos un Pijama exclusivo; y todo
 el día y toda la noche es un sueño, ignorantes de
que pese a toda su sangre, El Tiempo es el Papel
de Lija; que la Piedra puede quebrar; que
La Distancia es como la Traición. Algo
 Hay que no ama a una pared; Yo
soy ese Algo.
 


________________
I
His piercing pince-nez. Some dim frieze
Hands point to a dim frieze, in the dark night.
In the book of his music the corners have straightened:
Which owe their presence to our sleeping hands.
The ox-blood from the hands which play
For fire for warmth for hands for growth
Is there room in the room that you room in?
Upon his structured tomb:
Still they mean something. For the dance
And the architecture.
Weave among incidents
May be portentous to him
We are the sleeping fragments of his sky,
Wind giving presence to fragments.


II
Dear Margie, hello. It is 5:15 a.m.
dear Berrigan. He died
Back to books. I read
It's 8:30 p.m. in New York and I've been running around all day
old come-all-ye's streel into the streets. Yes, it is now,
How Much Longer Shall I Be Able To Inhabit The Divine
and the day is bright gray turning green
feminine marvelous and tough
watching the sun come up over the Navy Yard
to write scotch-tape body in a notebook
had 17 and 1/2 milligrams
Dear Margie, hello. It is 5:15 a.m.
fucked til 7 now she's late to work and I'm
18 so why are my hands shaking 1 should know better
 

 Let No Willful Fate Misunderstand

When I see Birches, I think
of my father, and I can see him.
He had a pair of black shoes & a pair of brown shoes,
bought when he was young and prosperous.
"And he polished those shoes, too, Man!"
"Earth's the right place for Love,"
he used to say. "It's no help,
but it's better than nothing."
We are flesh of our flesh,
O, blood of my blood; and we,
We have a Night Tie all our own; & all
day & all night it is dreaming, unaware
that for all its blood, Time is the Sand-
paper; that The Rock can be broken; that
Distance is like Treason. Something
There is that doesn't love a wall: I
am that Something.


TB, [The Sonnets, 1963, A Certain Slant of Sunlight, 1988] The Collected Poems of Ted Berrigan, edited by Alice Notley, University of California Press, Berkeley, 2005, pp. 29 y 609.

lunes, 16 de agosto de 2010

Orfeo. Otra vez.Che puro ciel

Una referencia al Orfeo ed Euridice de Glück señalaba a un viejo vinilo del año 82. Ahora encuentro algunos fragmentos de esa grabación en el siempre socorrido y desbordante youtube. El coro de las furias y el Aria de Orfeo del acto II me siguen gustando. La representación que ilustra los vídeos (y que en la fotografía en blanco y negro que copié entonces quedaba aceptable) se me hace, en este momento que la veo con la música, bastante sosa: ¡esas larvas y esas furias reptantes!; ¡hasta la misma Janet Baker lleva la lira como si fuera una carpeta de apuntes...!
En ese caso, miren a otra parte y escuchen sólo la música...si no les distrae algún pectoral despierto en cierto quitón jonio de las chicas del coro y les mete de lleno en los Elíseos. Y si resulta que tampoco les gusta la música, pues...piensen entonces que esta entrada sólo pretende perfilar una información incompleta de cierta otra que en su momento contemplaba algunos caprichos personales de media tarde. Como ahora.
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Si pretende escuchar el coro de furias, el curioso y melómano lector deberá ir al final de la primera grabación (minuto 9:50-10) y seguir con el principio de la segunda.
 Me paso una temporada después de escrito lo anterior y han desaparecido los vídeos seleccionados en primera instancia. Me consuelo con el de "Che puro ciel". Esperemos que se mantenga.