jueves, 17 de abril de 2008

Tiernos y acorazados


Mencioné en alguna ocasión a ese insecto que ofrece un artístico aspecto de pluma india, el Pyrrhocoris Apterus, y que recuerdo haber contemplado emocionado, y como si lo viese por vez primera, en un banco del Parque de la Rosaleda de Valladolid allá por el invierno del 70. La fascinación por los insectos en conjunto es anterior (desde el entusiasmo con que recogía nidos de procesionaria del pino en el monte Arraiz y sufría durante un par de semanas de asueto escolar las consecuencias) y también ha sido comentada.
Ahora (anoche exactamente, en el entresueño) se me ocurría observar el detalle de los insectos como seres dotados de coraza, de exoesqueleto (que se dice con primor entomológico) perfectamente diseñado para la protección del conjunto de sus partes blandas (o tripas), una propiedad que contrasta con los mamíferos de nuestro estilo que poseemos unas partes blandas descaradamente desprotegidas en cuanto se nos quita el tabardo de encima.

No sé por qué se me vino entonces al entresueño citado la imagen de Darth Vader a modo de ejemplo. Cuando terminada la prolija pelea y ya en el suelo su hijo le libera del casco-prótesis, uno siente como si a un escarabajo lo despojaran de su brillante armadura. Gregor Samsa (como detalla Nabokov en su comentario y apoya con dibujos en los apuntes de clase para los cursos de Cornell sobre literatura europea) debía saberlo bien, pues sus dificultades para accionar y trasladarse desde la cama donde yace patas arriba recuerdan a las de un caballero cruzado en el fragor de la batalla que maniobrase bajo el caballo muerto tras de un asalto. Kafka era funcionario de una oficina estatal de accidentes de trabajo y ¿qué mejor que una armadura (meditas nocturno) natural y entomológica para proteger eficazmente al obrero de las peligrosas máquinas modernas tan inclinadas a rebanar dedos, y manos y brazos al menor descuido?

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Vladimir Nabokov, Curso de literatura europea, Círculo de lectores, Barcelona, 1980, p. 342

11 comentarios:

  1. pero, nada bien?
    un seguidor del blog.

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  2. Me temo que de nadar, nada de nada.

    Ahora recuerdo algún caso de expedición entomológica en que, ya lleno el consabido tarro de cristal con agujeritos en la tapa del que todos nos hemos servido, en ocasiones se hacían ensayos científicos de supervivencia (es decir, regodeos de crueldad con pobres sabandijas indefensas) y si tenías un arroyo, poza o charco próximo los echabas al agua a ver qué es lo que hacían, y creo que la mayor parte de las veces se te iban al fondo y había que recuperarlos cuando la pieza merecía la pena o abandonarlos al nuevo medio extraño si el infortunado era uno del montón. Algo de eso.

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  3. Javier, a mí también me gustan mucho los Pyrrhocoris Apterus. Hace pocos días estuve un rato largo mirando uno que se pasó por el jardín. Los ingleses y los españoles lo conocen por el mismo nombre: chinche de fuego ¿No le recuerda más bien a una máscara africana?

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  4. Pues sí; ahora mismo yo también lo asociaría con una máscara africana. Ahí, sin embargo, se alude a cierta "epifanía entomológica" que con algún apoyo, digamos, alcohólico me sobrevino en semejante lugar y fecha y que se materializó en una especie de texto más o menos poético en el que se habla de unos "insectos indianos" me imagino que por esa circunstancia (pienso) o más vagamente porque en aquel momento y con semejante maremagnum habitándome yo le atribuyese un aspecto genérico de indio o similar (rojo y negro = cara de indio). Eso se me ocurre a estas tempraneras horas.

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  5. Ahora veo en el Liddle πυρρόχροος, de color rojo o coloreado o decorado de rojo (red-coloured).Cosas.

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  6. Otra expedición por el Liddle me ofrece: πυρρός 'rojo vivo' o 'color de fuego' y κόρις 'chinche' (cimex lectularius). Así que, combinados, dan 'chinche [de color] rojo vivo o color de fuego' o, más sencillamente, 'chinche de fuego' que es lo que decía don Harry desde el principio. Pero la expedición por el diccionario griego tiene su aquel y descubrir mediterráneos, también.

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  7. Eso es, en inglés se le llama Firebug (leo que también es un término que se usa en slang para los pirómanos). Lo de Pyrrhocoris apterus se lo puso Linneo con buen ojo. Majo señor Linneo. Encuentro en:
    http://www.biopix.dk/Photo.asp?PhotoId=40279&Photo=Ildt%E6ge-(Pyrrhocoris-apterus)
    que además de la versión máscara africana-pluma de indio hay otros Pyrrhocoris apterus muy salaos también, que parece que los han invitado a una fiesta de etiqueta. Con su cuello duro, su pajarita y sus tres botones. Es para no perderse lo elegantes que van los chinchetes.

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  8. Preciosa página, don Harry, esa Biopix. Nada más revolver un poco aparecen fotos maravillosas como la de esa Stribetæge(Graphosoma lineatum) vestida muy a la moda del Pyrrhocoris.

    Un abrazo desde el Centro de Tortura este en que funciono.

    Javi

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  9. Yo soy especialmente de los que ven una máscara africana. De hecho mis hermanos y yo siempre los conocíamos como "Bichos Careta", uma precisa terminología que lamentáblemente no llegó a prosperar. Pero, reconozcámoslo, si bien Pyrrhocoris Apterus puede haber hecho furor entre los círculos entomológicos, fuera de ellos ha sido un total fracaso. Bicho Careta es mucho mejor, dónde va a parar.

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  10. Javier, tu entrada me ha recordado a un artículo que probablemente leyeses hace años, del cual extraigo la siguiente cita: "Vader se caracteriza por mantener una perfecta sincronización entre su poder mental y su aspecto físico (...)Su rostro -porque su rostro es lo que vemos, su máscara, su casco- es una extraña mezcla entre insecto y careta anti-gas. Una coraza externa le protege del medio. No, más bien, protege al medio de él".

    De la Iglesia Mendoza, A. (1985)Lord Darth Vader. NO, el Fanzine Maldito. nº 5, Especial Malos. Edit. Producciones NO, Bilbao.

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  11. Seguramente, Joaquín, lo leí en su momento; lo olvidé después, pero quedó en algún rincón de mi cerebro reptiliano la huella o contraseña de recuerdo, que, dadas las circunstancias favorables, pudo activar a su contenido vinculado unos cuantos años más tarde. Abrazos.

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Cariñosas las observaciones