Para que de una buena vez lo sepas: seamos poco más que entes humanos; seamos cotidianos: ya es bastante. Lo otro resultaría petulante, pretencioso y fuera de tono cuando se lo saca a pasear todos los días para ver nada más que el tiempo que hace, el color de las aguas del río Ebro o de otro cualquiera que pasara por aquí al lado mismo. Vas con tus zapatillas de deporte. No tienes que dar cuenta a nadie de esto. No sigues un programa serio: sólo paseas por un parque por temas de salud. Nada tiene que ver con trascendencias.
seamos poco más que entes humanos; seamos cotidianos: ya es bastante.
ResponderEliminarNo ocultaré que la frase me ha tocado muy hondo. Pero me niego rotundamente! Me niego a la cotidianidad: para mí ya no es suficiente. A veces añoro los días en que me sentía segura en la rutina, pero me siento como si tuviera el tiempo contado, y me desespera la gran cantidad de cosas que puede que nunca llegue a hacer. ¿Pasear sin asombrarme por cualquier nimiedad? ¿Comer sin degustar cada bocado? ¿Charlar de tonterías intrascendentes? La gente se asusta ante alguien que siempre ansía desesperadamente creer que no está desperdiciando el tiempo. La gente como yo consigue que los que pasean por temas de salud o charlan por matar el tiempo pongan los pies en polvorosa. Me queda tanto por aprender y conocer! Y es desquiciante saber a ciencia cierta que un día llegaré a la fosa, y seré casi tan ignorante como el primer día que hice el amor.
Recuerdos, indolente Javier!
(lo de "indolente" es broma. Supongo que lo supones!)
:-)
Oye, a nada que te dejaras llevar eso que cuentas era para ser bastante feliciano.
ResponderEliminarInténtalo...
Luego te escribo.
Beso.
Ya ves, Joana, tiene que haber gente "pa to". A veces te despiertas de la siesta después de unas cuantas movidas tan cotidianas como jodidamente agitadas y te vas a dar un paseo por la orilla (hacía meses que no me daba por ahí y, tal como debía hacer todos los días, pues eso, que me fui a orillar el Ebro con esa sensación). Al volver, me puse a ojear los fragmentos presocráticos, me encontré con ese pedazo de verso del Parménides, me acordé de mi paseo y sus sensaciones, de una Tierra recién salida del horno, de una foto de la que Harry me dijo que le había gustado y creo que fabricada en ese mismo paseo hace casi un año o en verano, me reacordé (y no sé por qué) de esos mis queridos amigos que saben tanto, "color chi sanno", y con semejante revoltijo bailando me salió ese pie de foto, porque se trataba de poner un pie a la foto o de no ponerlo y le puse ese. Ya veis, Joana y Miranda.
ResponderEliminarEn fin, por si hubiera alguno que, habiendo notado el guiño, discretamente lo ha pasado por alto como una excentricidad más (la de la forma o el formato), vuelvo a copiarlo otra vez respetando la medida:
ResponderEliminarPara que de una buena vez lo sepas:
sëamos poco más que entes humanos;
sëamos cotidianos: ya es bastante.
Lo otro resultaría petulante,
pretencioso y fuera de tono cuando
se lo saca a pasear todos los días
para ver nada más que el tiempo que hace,
el color de las aguas del río Ebro
o de otro cualquïera que pasara
por aquí al lado mismo.
Vas con tus zapatillas de deporte.
No tienes que dar cuenta a nadie de esto.
No sigues un programa serio: sólo
paseas por un parque
por temas de salud.
Nada tiene que ver con trascendencias.
(Esto, claro, no lo cambia en lo más mínimo. ¿O sí?). Las diéresis marcan licencias de silabeo.
Me gustaría saber donde puedo ponerme en contacto contigo para ofrecerte un enlace permanente en tu blog a modo de favor, estoy mirando por todos los lados un correo electrónico pero no lo encuentro, si puedes contestame a koke56123@hotmail.com. Jorge
ResponderEliminarOfréceme el enlace aquí mismo, si quieres. Ya que es un "favor" te lo agradeceré doblemente. De todas formas, figura una dirección de correo en ese sobrecito blanco con una flecha que hay debajo de cada entrada junto al "posted by Javier" y la fecha.
ResponderEliminarSaludos.
Compruebo que en otro ordenador que no sea el mío (o en el que no haya abierto el blogger) no aparece dirección de correo en el sobrecito. Puedes escribirme a la dirección
ResponderEliminarjavidlig@hotmail.com
Javier
Joana, creo que confunde cotidiano con aburrimiento y no es lo mismo. Me encanta el olor del pan tostado, y lo huelo todas las mañanas y es cotidiano, pero /y agradable. Veo todas las mañanas los Pirineos desde mi ventana, es cotidiano y maravilloso... Y al mismo tiempo contemplar las montañas para algunos es "perder" el tiempo. Elegir mirar al horizonte, no tiene consecuencias, no está bien ni está mal, no es bueno ni es malo. En el fondo, ni siquiera hay que elegir... Solo hay que alzar la mirada...
ResponderEliminar¡Bendita cotidianidad!
ResponderEliminarUn gran abrazo a todos en este domingo pascual: Joana, Miranda, Spanique, Harry y también Jorge. Espero que las tamborileras jornadas ilunenses fueran todo un lujo y una algarabía para los sentidos. Ya nos contaréis las afortunadas expedicionarias.
ResponderEliminarVentajas de estar donde estoy, no hay KKK, ni tambores...r
ResponderEliminarO soy un patoso o el blogger me ha vuelto a hacer la faena del comentario fantasma (me inclino a lo primero). Alguien ha dicho: "Ventaja de estar donde están. Aquí no hay KKK ni tambores.. Le he dado a "publicar" y se ha volatilizado. Disculpe el autor/a y vuélvalo a enviar, si así lo desea.
ResponderEliminarAcabo de poner un comentario extrañándome de que hubiese desaparecido el de Spanique. Ahora el que en algunos sitios ha desaparecido es el comentario en que me extraño de que haya desaparecido...etc. En fin, no hay quien lo entienda. A ver si éste desaparece también.
ResponderEliminarAhora aparecen los dos...pero yo me tengo que dar permiso a mí mismo. Qué divertido.
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