...(o interpolaciones griegas).
[Comentario sobre el particular a la entrada "Voces", desplazado aquí porque, si no, quizá no lo leyera nadie y tampoco vamos a ser tan puristas]
Seguramente debería pedir disculpas por mi empleo de los paréntesis. Cuando el artificio inútil es la premeditada intercalación de dificultades, en este caso para con el sufrido lector, exige el tipo de correctivo de quien nos está metiendo un dedo en el ojo entre sonrisas, y como norma de buena educación haría bien en suprimirlas. Y si tal hiciera, haría lo correcto. Pero a mí me parece que el blog no debiera hacer lo correcto, lo bonito, lo resultón o lo informativo. Escribo para unos cuantos amigos que me conocen, o ésa es la ilusión que me hago, y para otros pocos que no me conocen de nada pero que se interesan, y si existe ese milagro se constituyen ya entonces por ello en los hermanos de sangre del blog. A esos dos grupos me dirijo. Quizá sean tres o cuatro personas. Los demás son libres de proyectar en sus blogs el despliegue de corrección que su libertad les pida, y podrán ser discretos, ingeniosos, simpáticos y mundiales. Bienvenidos sean todos. De lo que yo puedo hablar es tan solo de mi caso. Y en mi caso más bien de lo que sencillamente se trata es de que me sale esa escritura parentética, que me sale así al ponerme a escribir, que escribo así cuando improviso. Y no hay en ello gana alguna de fastidiar a nadie. Pongamos el caso inverso, el del texto impecable, y desparentetizado, el fruto del concienzudo trabajo de producir un efecto "agradable", pues en ese caso, y desde el punto de vista desde el que se escribe este blog mío, no creo que hubiera nada peor, nada peor que eso de escribir con las ganas de...lo que fuera. Este blog no pretende tener ganas de nada en especial. Sale como sale, y así sale, el pobre. Alguien diría: "claro, como todos, pero los hay que no se ponen bordes con los paréntesis". Bien. Pues de todo tendrá que haber en la bodega de internet.
Cariñosos saludos, pues, al público lector desprejuiciado respecto de paréntesis y otras peculiaridades.
Pero si me pongo a pensar el porqué de semejante "vicio", cuando, por ejemplo, escribo:
"Alguien preguntó (pero ¿es que no se puede preguntar, es que la pregunta -seña de libertad- va a estar prohibida?) mal"
pues ya sé que cometo una incomodidad flagrante en el empleo del paréntesis para quien sólo desee una cómoda lectura, y yo, desde ahora mismo, le pido perdón por ello y, en ese caso, le agradecería que dejara de leerme en este preciso instante, que dejara de leer ese texto, éste y todos los demás que no sean éste. Cuando escribo así, y si es que me puedo ver a mí mismo, lo hago porque recuerdo la pregunta de que se trataba y, a la vez, también la intervención de otro sujeto escandalizado, es decir, otra voz, que coincide con lo que encierra el paréntesis, una voz algo bobamente escandalizada por la explosión operística de la que se hablaba en la entrada y que se yuxtapone a la del hablante, al que se retorna para contemplar el efecto negativo ralentizado que la tal pregunta hizo en su momento, o sea: "mal", un tanto tensada en esa cola del pan de las preguntas "utilitarias".
En cualquier caso, y respecto a ese rasgo genérico de mi blog y, en su compañía, de todos los demás "rasgos" convenientemente odiosos, ya lo siento si es que resulta causa de molestia para con el bienestar del paciente lector. Por las razones antedichas y, sin ánimo "vicioso" previo alguno, se procurará racionarlo en la medida en que el tal racionamiento sea compatible con la debida espontaneidad, que no manía.
Oiga, Javier, yo creo que estamos bien contentos leyendo lo que usted escribe lleve paréntesis o no. Yo recuerdo una regla de la infancia que era algo así como que los paréntesis encerraban una oración incidental, que aportaba información adicional a la frase principal, pero de alguna forma lo que quería decir era que si quitabas ese paréntesis entero la frase principal se quedaba tan feliz. Servidor piensa que no, que los paréntesis son lo mejor. Es más, un día me voy a proponer escribir un texto donde todo sea un sinsentido y lo único bueno esté en los paréntesis. A fin de cuentas ¿quién se priva de leer lo que viene entre paréntesis? Que se puede leer rápido, así por enicma, incluso dos líneas a la vez, pero cuando se llega a un paréntesis, placa, se lee con atención. No deje sus bonitos paréntesis, por el amor de dios.
ResponderEliminarGracias, Harry.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Me ocurre también esto de los paréntesis, por lo que puedo suscribir esta entrada :)
ResponderEliminarA mí me gustan mucho los paréntesis. Son como una ventana abierta a los pensamientos más íntimos del autor (o eso me parecen cuando se abren y se cierran y dejan una idea deslabazada y rota).
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