XVII
Así que las vides brotan de mis dedos,
Y las abejas cargadas de polen
se mueven pesadas entre los pámpanos
chirr-chirr-chirr-rikk- ronroneo
y los pájaros soñolientos entre las ramas.
¡ZAGREUS! ¡IO ZAGREUS!
Con la primera claridad del cielo
y las ciudades engastadas en sus colinas,
y la diosa de bellas rodillas
que ahí se mueve, con los robledales detrás,
la verde ladera, con los lebreles blancos
que saltan a su lado;
y más allá la foz, hasta el atardecer,
aguas plácidas ante mí,
y los árboles que surgen del agua,
troncos de mármol salidos de la quietud,
al otro lado los palazzi,
en la quietud,
la luz ahora no es la del sol.
Crisoprasa,
y el agua verde clara, azul clara;
Más allá, los grandes cantiles de ámbar.
Entre ellos,
Cueva de Nerea,
ella como una gran concha curva,
y la barca se desliza en silencio,
sin olores a brea,
ni chillido de aves, ni sonido de oleaje,
dentro de la cueva, Nerea,
ella como gran concha curva
en la suavidad de la roca,
cantil gris verdoso a lo lejos,
cerca, los cantiles, como puertas de ámbar,
y la ola
verde claro, y azul claro,
y la cueva blanca como la sal, su brillo púrpura,
fresca, con la suavidad del pórfido,
la roca gastada por el mar.
Ningún chillido de gaviota, ni sonido de marsopas,
arena como de malaquita, ni hace frío,
la luz no es la del sol.
Zagreo alimenta sus panteras,
claros prados como sobre colinas iluminadas.
Y bajo los almendros, dioses,
con ellos choros nympharum. Dioses,
Hermes y Atenea,
como aguja de brújula,
Entre ellos, temblando-
a la izquierda está el lugar de los faunos,
sylva nympharum;
setos, arbustos,
la cierva, el cervato moteado
saltan entre retamas
como la hoja seca entre amarillas.
Y hacia una nava en las colinas,
la gran avenida de los Memnones.
Más allá, el mar, crestas de olas atisbadas entre dunas,
mar nocturno que agita las piedras,
a la izquierda, la avenida de los cipreses.
Una barca arribó,
un hombre le sostenía la vela,
la guiaba con los remos recogidos, decía:
"Ahí, en el bosque de mármol,
"los árboles de piedra, surgidos del agua,
"las pérgolas de piedra,
"una hoja de mármol sobre otra,
"plata, acero sobre acero,
"picos de plata se alzan y cruzan,
"proa dispuesta frente a proa,
" piedra, capa sobre capa,
"las vigas doradas relumbran al atardecer"
Borso, Carmagnola, hombres de talento, i vitrei,
por allá, cierta ocasión, vez tras vez,
y brillan las aguas más que el cristal,
oro broncíneo, fulgor sobre la plata,
vasos de tinte en la luz de la antorcha,
bajo las proas resplandece la ola,
y los picos de plata se alzan y cruzan.
El blanco, rosa pálido de los árboles de piedra en la oscuridad,
cipreses allí junto a las torres,
a la deriva, bajo la amura, por la noche.
"En la oscuridad el oro
absorbe la luz cercana..."
Ahora supino en el cubil, bajo cúpula de ramas,
un ojo hacia el mar, por aquel atisbadero,
luz gris, con Atenea.
Zothar y sus elefantes, con la tanga de oro,
el sistro, se agita y se agita,
las cohortes de sus bailarinas.
Y Aletha, donde tuerce la playa,
los ojos hacia el mar,
y en sus manos las algas,
brillo de la sal en su espuma.
Koré cruza el prado luminoso,
polvo gris verdoso en la hierba:
"Sólo en esta hora hermana de Circe".
Vi el sol tres días, el sol fúlgido,
como alzada de león sobre llano de arena;
y aquel día,
fueron tres días, y ninguno más,
esplendor, como el esplendor de Hermes,
y embarcado de allí
al lugar de piedra,
blanco pálido, sobre el agua,
aguas conocidas,
y el blanco bosque de mármol, las ramas inclinadas unas sobre otras,
la entretejida pérgola de piedra,
hacia allí Borso, cuando le dispararon la flecha dentada,
y Carmagnola, entre las dos columnas,
Segismundo, tras el naufragio en Dalmacia,
puesta de sol como el saltamontes cuando vuela.
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So that the vines burst from my fingers
And the bees weighted with pollen
Move heavily in the vine-shoots:
chirr - chirr - chir-rikk - a purring sound,
And the birds sleepily in the branches.
ZAGREUS! IO ZAGREUS!
With the firt pale-clear of the heaven
And the cities set in their hills,
And the goddess of the fair knees
Moving there, with the oak-wood behind her,
The green slope, with white hounds
leaping about her;
And thence down to the creek's mouth, until evening,
Flat water before me,
and the trees growing in water,
Marble trunks out of stillness,
On past the palazzi,
in the stillness,
The light now, not of the sun.
Chrysoprase,
And the water green clear, and blue clear;
On to the great cliffs of amber.
Between them,
Cave of Nerea,
she like a great shell curved,
And the boat drawn without sound,
Without odour of ship-work,
Nor bird-cry, nor any noise of wave moving,
Nor splash of porpoise, nor any noise of wave moving,
Within her cave, Nerea
she like a great shell curved
In the suavity of the rock
cliff green-gray in the far,
In the near, the gate-cliffs of amber,
And the wave
green clear, and blue clear,
And the cave salt-white, and glare-purple,
cool, porphyry smooth,
the rock sea-worn.
No gull-cry, no sound of porpoise,
Sand as of malachite, and no cold there,
the light not of the sun.
Zagreus, feeding his panthers,
the turf clear as on hills under light.
And under the almond-trees, gods,
with them, choros nympharum.
Gods, Hermes and Athene,
As shaft of compass,
Between them, trembled--
To the left is the place of fauns,
sylva nympharum;
The low wood, moor-scrub,
the doe, the young spotted deer,
leap up through the broom-plants,
as dry leaf amid yellow.
And by one cut of the hills,
the great alley of Memnons.
Beyond, sea, crests seen over dune
Night sea churning shingle,
To the left, the alley of cypress.
A boat came,
One man holding her sail,
Guiding her with oar caught over gunwale, saying:
" There, in the forest of marble,
" the stone trees-out of water-
" the arbours of stone-
" marble leaf, over leaf,
" Silver, steel over steel,
" silver beaks rising and crossing,
" prow set against prow,
" stone, ply over ply,
" the gilt beams fiare of an evening."
Borso, Carmagnola, the men of craft, i vitrei,
Thither, at one time, time after time,
And the waters richer than glass,
Bronze gold, the blaze over the silver,
Dye-pots in the torch-light,
The flash of wave under prows,
And the silver beaks rising and crossing.
Stone trees, white and rose-white in the darkness,
Cypress there by the towers,
Drift under hulls in the night.
"In the gloom the gold
Gathers the light about it."...
Now supine in burrow, half over-arched bramble,
One eye for the sea, through that peek-hole,
Gray light, with Athene.
Zothar and her elephants, the gold loin-cloth,
The sistrum, shaken, shaken,
The cohorts of her dancers.
And Alethe, by bend of the shore,
with her eyes seaward,
and in her hands sea-wrack
Salt-bright with the foam.
Koré through the bright meadow,
with green-gray dust in the grass:
"For this hour, brother of Circe"
Arm laid over my shoulder,
Saw the sun for three days, the sun fulvid,
As a lion lift over sand-plain;
and that day,
And for three days, and none after,
Splendour, as the splendour of Hermes,
And shipped thence
to the stone place,
Pale white, over water,
known water,
And the white forest of marble, bent bough over bough,
The pleached arbour of stone,
Thither Borso, when they shot the barbed arrow at him,
And Carmagnola, between the two columns,
Sigismundo, after that wreck in Dalmatia.
Sunset like the grasshopper flying.
¡Sí!
ResponderEliminarVaya, gracias.
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