ACTOS DE JUVENTUD
Y con espanto habito en medio de la noche
¿Qué ruinas de la mente me esperan, qué drogas
turbarán mis sentidos, qué poco me queda,
cuánto más puede perderse?
El miedo al viaje, al futuro sin esperanza
o salvavidas. Debo salir de aquí y ver
que el miedo no está fuera: está dentro
a no ser que algún acto o calamidad repentina
me arrastre al hospital, destruido, sin
recuerdos ya; o peor incluso, tras las rejas. Si
pudiera sólo irme del país. Cualquier sitio
en el que puedas comerte el loto en paz.
Pues en este país el terror y la pobreza me esperan; o
soy hombre marcado, mi vida una lección
o experiencia para jóvenes que sigan
mis pasos, sin Dios
a no ser un Dios de justicia, para tomar venganza
por actos cometidos de joven bajo in-
justa influencia de las circunstancias. Ah, he visto
siempre mi vida como drama, modelada
según aquellos que hallaron desastre o condenación.
Es mi mente lo que se me arrebata.
He estado frente al abismo antes. Qué
timbre en los oídos es el que me dice
que todo se acerca, casi ya el rugido del viento del invierno.
Ay de los que viven en la calle a merced de la noche.
Ay de aquellos crímenes cometidos y de los que podemos
salir indemnes.
Así que enciendo la luz
y hago aros de humo en el aire.
No pienses en el futuro; no lo hay.
Sólo en la fórmula de que el gran arte deriva.
Dolor y sufrimiento. Dadme fuerzas para
aguantarlo, para entrar en los lugares donde
enjaulan a los grandes animales. Y que podamos vivir
en paz a su lado. Una novia del agobio
que ningún dios impone pero nos sabe capaces de
soportar su carga hasta el final de nuestros días.
Pues de eso estamos hechos; para eso hemos
sido creados. Hasta que las horas oscuras concluyan.
Y nos levantemos al amanecer.
Partículas infinitas del sol divino, ahora
veneradas en los baratillos de la noche.
De Ace of Pentacles (1964).
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Algunos datos biográficos sobre el autor en la primera entrada que le dediqué.
Una lectura de este poema se puede escuchar, con acompañamiento musical, al abrir la página de la revista Jacket, y pinchar al final del tercer párrafo (donde dice: "here it is"), página que incluye un par de lecturas más, algo diferentes, y un comentario y diálogo sobre el poema con Robert Creeley en Harvard (1972).
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THE ACTS OF YOUTH
And with great fear I inhabit the middle of the night
What wrecks of the mind await me, what drugs
to dull the senses, what little I have left,
what more can be taken away?
The fear of travelling, of the future without hope
or buoy. I must get away from this place and see
that there is no fear without me: that it is within
unless it be some sudden act or calamity
to land me in the hospital, a total wreck, without
memory again; or worse still, behind bars. If
I could just get out of the country. Some place
where one can eat the lotus in peace.
For in this country it is terror, poverty awaits; or
am I a marked man, my life to be a lesson
or experience to those young who would trod
the same path, without God
unless he be one of justice, to wreak vengeance
on the acts committed while young under un-
due influence or circumstance. Oh I have
always seen my life as drama, patterned
after those who met with disaster or doom.
Is my mind being taken away me.
I have been over the abyss before. What
is that ringing in my ears that tells me
all is nigh, is naught but the roaring of the winter wind.
Woe to those homeless who are out on this night.
Woe to those crimes committed from which we
can walk away unharmed.
So I turn on the light
And smoke rings rise in the air.
Do not think of the future; there is none.
But the formula all great art is made of.
Pain and suffering. Give me the strength
to bear it, to enter those places where the
great animals are caged. And we can live
at peace by their side. A bride to the burden
that no god imposes but knows we have the means
to sustain its force unto the end of our days.
For that is what we are made for; for that
we are created. Until the dark hours are done.
And we rise again in the dawn.
Infinite particles of the divine sun, now
worshipped in the pitches of the night.
John Wieners, «Acts of Youth», Ace of Pentacles (1964), Selected Poems, 1958-1984, Black Sparrow, Santa Barbara, 1986, pp. 62-63.
Una colección de lecturas poéticas de Wieners y un vídeo en la página de PennSound
Bueno, vamos a felicitarte en el blog que en el fb ya tienes muchas felicitaciones.
ResponderEliminarF e l i c i d a d e s
Muak
Gracias, Delia. La verdad es que tengo el blog un tanto dejado de la mano...(Igual es mejor).
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